domingo, 28 de noviembre de 2010

Arturo Camarena - Nuevos ricos, clases medias y el proletariado (Segunda parte)

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

NUEVOS RICOS, CLASES MEDIAS Y EL PROLETARIADO (2ª parte)

Arturo Camarena Flores

LOS NUEVOS RICOS. Algunos lo son por herencias y/o por amafiarse con la política
Otros, de la noche a la mañana instalaron negocios y se convirtieron en prósperos comerciantes, prestamistas, casatenientes, agricultores y empresarios. En estas dos nefastas minorías su mentalidad siguió la misma de cuando fueron pobres. Construyeron su mansión con alberca la que no utilizan por que su mantenimiento cuesta dinero que no admiten invertir en cubierta, filtros, químicos, caldera o situarse en la modernidad utilizando el comprobado sistema de paneles solares. Estos nuevos ricos tienen dos y hasta tres autos en su amplia cochera y otros signos de ostentación pero no pueden alternar socialmente por ser su cultura tan precaria así que su núcleo de amistades es muy reducido. Dos o tres de mis conocidos de estos neo-millonarios me han comentado que utilizan lentes para ver de cerca que les costaron cincuenta pesos en el baratillo. Por supuesto que descuidan su salud e incluso su apariencia física. Uno creía que para multiplicar su dinero no eran necesarios los pobres y llevó una cierta cantidad en efectivo a una isla desierta. Al año regresó y encontró el mismo dinero que había dejado y le costó trabajo comprender dicho hecho.

LAS CLASES MEDIAS. Es la población que soporta la estructura social. Hacienda sabe que es la que cumple con sus obligaciones fiscales y son contribuyentes cautivos. Según sus ingresos monetarios se les divide en clase media alta, (4%) media media (44%) y media baja (34%). La componen profesionistas independientes y asalariados, gerentes, profesores, técnicos, alta burocracia, comerciantes y administradores. El Estado promovió una intensa campaña para el control de la natalidad que fue todo un fracaso en cuanto a que los pobres no engendraron más pobres. Los únicos que se fueron con la finta, los miembros de la emergente clase media, procrearon uno o dos hijos a lo más, sin pensar en los accidentes de carretera y otras calamidades que atentan contra la juventud. Ojalá y sus padres no lleguen a la vejez solos y quejándose por haber sido tan creídos en las campañas políticas como cuando decían que los alimentos no alcanzarían para toda la creciente población mundial y lo verdadero es que sobran nutrientes y lo que falta es la pecunia en la mayoría de los presuntos compradores de las mercancías hasta el techo que se ven en todos los centros comerciales. Su bolsa está vacía pero la de los especuladores está rebosando de dinero mal habido. Las líneas siguientes son de un poema de Mario Benedetti; “Clase media, medio rica, medio culta, medio rabiosa, solo a veces se da cuenta, (medio tarde), que la usaron como peón”.

LOS PROLETARIOS. En la Roma Imperial la única utilidad del proletariado era generar prole (hijos), necesarios para convertirlos en soldados, carne de trincheras. En la actualidad su única forma de subsistir es tratar de vender su fuerza de trabajo (mano de obra o intelectual en el arte, ciencias etcétera) y mandar a los hijos desde temprana edad a que busquen la forma para traer algo que comer a la casa. Los proletarios son los pobres y parte de éstos son los miserables, lo que tienen ni para comerse un taco, ni un techo, y visten andrajos. A estos 40 millones de la población mexicana van dirigidos multitud de programas sociales pero no de educación ni de empleo. Ya les tenían la Secretaría de Salubridad y Asistencia Pública para atender a los derechohabientes de la revolución mexicana (los que no tienen servicios médicos del IMSS, ISSSTE, PEMEX, MARINA Y EJERCITO) pero el equipo de Vicente Fox inventó un elefante blanco, el Seguro Popular, cuyo multimillonario presupuesto le hace falta a las instituciones para atender la salud ya existente. La clase social proletaria le ha venido muy bien a los políticos que les distribuyen despensas, cobijas, corte de pelo, lentes, muletas, lucha libre y otros divertimentos, espejitos, promesas, promesas y otras limosnas que en su momento serán retribuidos con la exigencia de los votos para perpetuarse en el poder.

Usted, sí, usted: ¿en qué clase social se clasifica?

Correo. arturocamarena1@hotmail.com
Corresponsalía Tepic del Seminario de Cultura Mexicana

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